UBICACIÓN:

Está ubicado en la margen derecha del río Nepeña, dentro de las tierras de cultivo del ex-fundo Capellanía. Sobre varias colinas presenta un conjunto de construcciones de adobe, muy juntas entre sí y escalonadas en diversos niveles, que evidentemente fueron los cimientos de un templo. En el muro principal, enlucido con arcilla, y a manera de un friso de tamaño casi natural, se encontraban pinturas con grandes figuras de hombres vistosamente ataviados, realizadas con colorantes minerales, en tonos planos y sin matices graduales; y en otros muros aparecían escenas de luchas y figuras mitológicas.
DESCRIPCION:

La pequeña cantidad de "basura" de habitación indica que, a lo máximo, solamente unos pocos sacerdotes o personas de alguna importancia, con su séquito de subordinados y algunos artesanos, vivían en el centro. El refinado embellecimiento de los muros, con diseños simbólicos y personajes en actitudes procesionales indica, además, que los edificios se usaron tal vez para ceremonias religiosas en el área de la plaza, durante la concentración de la población en varias partes del valle. Centros ceremoniales como éstos, contrastan fuertemente con los sitios tardíos de carácter netamente urbano, en los que se dio énfasis a los sectores de habitación a expensas de los elegantes templos-pirámide (Richard Schaedel).
Su construcción corresponde a la cultura Mochica, y se le atribuye una antigüedad que podría remontarse al siglo VI.
INVESTIGACIONES:
Este lugar fue edificado con muros altos en diversos niveles, adaptándose a las ondulaciones de naturaleza rocosa originalmente estos estuvieron enlucidos y pintados, vale mencionar que hay algunas publicaciones de investigadores que visitaron el lugar como Middendorf, los cuales nos dan a conocer un expendido mural el cual fuera destruido por el sismo de 1970.
El mural presentaba una extraordinaria tonalidad con colores usuales y muy utilizados por los Moches, entre ellos : blanco, rojo, azul, negro, azulino. La escena muestra una iconografia, los cuales nos permiten entender a los Moche y comparar con otras muestras; identificándose a personajes de alto rango de esta sociedad militarista a la vez expresan un sentido ritual y ofrendario de los Moche. En Pañamarca quedan vestigios de muros enlucidos y pintados que esperan una mayor investigacion y conservacion.
MURAL SHAEDEL
Dado a conocer y analizado por Richard Schaedel (1951), está pintado en colores vivos, de origen mineral: rojo, amarillo, marrón, azul oscuro, negro y gris. Las zonas fueron coloreadas sin el empleo de matices. Los motivos fueron ejecutados sobre una capa de enlucido de tono claro que hace que resalten los colores.
La escena representa a dignatarios acompañados por servidores, como también a personajes ataviados con suntuosidad y cargados de objetos emblemáticos. Entre estos destaca un Tumi o hacha-cuchilllo ceremonial, símbolo lunar. El tumi que portan la mayoría de personajes sólo tuvo un valor simbólico debido a sus exageradas dimensiones. Esta escena se desplazaba por 12 m y retrata en total a ocho personas, más tres acólitos. Las figuras miden hasta 1,40 m de alto.
MURAL BONAVIA

La composición corresponde a un gran fragmento pictórico, que mide 1,50 m. de ancho por 1,54 metros de alto. Va enmarcada por dos orlas, una en parte superior y otro en el lado opuesto. Las orlas parecen evocar las crestas de las olas, además se alude a terrazas de cultivo en forma de escalones-andenes.
VÍDEO:
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